Para poner fin a esta serie de reflexiones entorno a los sentidos querría hacer referencia al último –pero no menos importante- de ellos: el sentido común.
Creo que el sentido común es resultado del equilibrio entre el resto de sentidos, es contemplar las cosas sin interferencias, una mirada sencilla a la realidad sin prejuicios ni etiquetas. Curiosamente parece que este sentido abunda más entre la gente sencilla sin una formación especial, pero quizás también sin ninguna deformación especial de ninguna clase...
Tener sentido común significa también vivir en un mundo real, conocer esta realidad y cuanto la rodea. Tener conciencia de nuestras limitaciones pero también de nuestras más altas aspiraciones. El sentido común es fruto de la cordura, la esperanza y la experiencia de la vida.
El que tiene sentido común mira las cosas con cierta calma, intuyendo la dirección que toman los sucesos de la vida, como el campesino que mirando el cielo sabe el tiempo que va a hacer. No es magia, es contemplación, es conocer los efectos normales de las cosas. La persona que siempre corre apresurada de arriba para abajo y de abajo para arriba, a menudo toma decisiones precipitadas que le hacen errar en el camino. Quizás sea por eso, por las prisas de la vida moderna, que hoy decimos que el sentido común es el menos común de los sentidos...
1 comentario:
Muchas gracias José por regalarnos estos momentos en los que podemos hacer un alto y pensar.
Saludos!
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