La familia va creciendo

Pues sí, es lo que parece: estamos esperando un bebé! Y van tres. El triple de alegría y el triple de ilusión, porque a este no solo lo esperamos mi esposa y yo, sino también sus hermanos, que están muy ilusionados con tener un hermano más. Hermano o hermana, porque aún no sabemos lo que será, ¡aunque nos da lo mismo!.

Lo más divertido de todo (por decirlo de alguna manera), es la cara que se le queda a algunos cuando decimos que estamos esperando el tercero: parece que no saben si felicitarnos o darnos el pesamen..... Luego, despues de comprovar que nosotros estamos felices con la noticia, disimulan su asombro y nos hacen el típico comentario-trampa, para comprovar si realmente no hemos perdido el juicio,: -¡pues ahora tendreis mucho más trabajo!

Yo me pregunto si los que empiezan un noviazgo, o los que deciden casarse piensan como algo negativo que vayan a tener más trabajo....creo que cuando estas enamorado no piensas en el "trabajo" (mejor decir dedicación, ¿no?), que te va suponer esa relación. Con los hijos creo que pasa algo parecido, realmente es cuestión de amor. Evidentemente educar y criar a una persona implica renuncias, sacrificios, un esfuerzo constante y diario. Pero lo haces por amor y porque quieres, y evidentemente no piensas en todo lo negativo que esta aventura conlleva (noches sin dormir, pañales, rabietas, ....), sino que piensas en lo feliz que vas a ser conviviendo con la gente que más quieres y en todos los momentos divertidos que vas a pasar.

Pero la tercera pregunta (no hay dos sin tres) es siempre la más maliciosa de todas. Despues de preguntarte si estas contento ( o si ha sido un "accidente"), y despues de insinuarte el mucho trabajo que esta gran desgracia te va a acarrear, te sueltan: -bueno, con este ya parareis, ¿no?. Y es ahí cuando definitivamente tu te das cuenta que realmente no han entendido nada de lo que les has explicado sobre la familia, y cuando los demás definitivamente te ponen en la lista de "locos de remate" o  en la de "mejor no hacercarse por si es contagioso". A mi esto me da mucha pena, porque no podemos compartir con todos los que quisieramos nuestra gran alegría, y porque en el fondo te das cuenta de que ellos tampoco podran experimentar la gran felicidad que sentimos nosotros.

Aunque, despues de todo, creo que en algo no se etivocan: estamos un poco locos... pero ¡locos de felicidad!