A menudo nos quejamos de como van las cosas, y tranquilizamos nuestra conciencia achacando todos los males de este mundo a terceras personas, sin duda mucho peores que nosotros y con mayores posibilidades de cambiar la realidad. Creo que nos engañamos.
En realidad lo único que falla es la gente buena, y el problema es que hay demasiada...
Gente buena que no roba, pero tampoco comparte lo que tiene. Gente buena que no mata, pero tampoco lucha por la vida.
Gente buena que no hace enemigos, aunque tampoco tiene buenos amigos. Gente buena que trabaja honradamente pero sin buscar la excelencia, o que respetan al prójimo pero movidos por la indiferencia.
Gente buena al fin y al cabo que permiten que todo lo malo suceda, porque eso no va con ellos porque son gente buena...
Estoy convencido de que si en el mundo hubiera menos gente de esa, quizás las cosas no irían mejor, pero costaría menos cambiarlas.
3 comentarios:
Indudablemente que sí, José. El problema, coincido contigo, es la falta de compromiso más allá de ti mismo. Sólo se compromenten cuando hay algún interés de cualquier tipo, pero de lo contrario, nada.
En ese sentido hay un individualismo que nos lleva a cada uno buscar su propio bienestar, y lo demás no es mi problema.
Y el contrasentido, buscamos cada, cada vez más, un mundo globalizado, ¿para qué? Supongo que para someternos unos a otros y crear más dependencia e injusticias.
Todo pasa porque cada uno haga lo que le corresponde y despache la cantidad de amor que debe dar.
Un abrazo.
Tal vez te refieres a la gente "tibia"? Yo creo que siempre existe la tentaciön de caer en esta categoría. Yo diría que además de las personas que son así todo el tiempo, también estamos las que fallamos aquí y allá...y bueno siempre habrá pretextos para esto. Gracias a Dios que tenemos la confesión!
Gracias por la reflexión!
Totalmente de acuerdo con vosotros. Evidentemente me refiero a la tibieza.Gracias por vuestros comentarios. Saludos!
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