mayo 25, 2010

Las ocho claves del éxito matrimonial



1. Optimismo frente al matrimonio

Actualmente existen muchas estadísticas de rupturas matrimoniales, pero se echa en falta conocer y difundir también datos e historias de éxito conyugal, ¡que son muchas más!. Por lo tanto, los jóvenes pueden y deben adoptar una actitud optimista frente al matrimonio.

2. Contra el miedo, información

En los tiempos que corren, con unas cifras estadísticas sobre rupturas matrimoniales que dan miedo, muchos se plantean si vale la pena casarse. Pero cuando las cosas se hacen bien, el miedo desaparece, porque el miedo suele ir ligado a la falta de información.

El noviazgo es un tiempo de formación: qué es el matrimonio, qué supone, que responsabilidades conlleva, qué es luego la relación de vida conyugal, cómo aprender a convivir. Para eso hay libros, y cursos de preparación al matrimonio y todo tipo de ayudas (que no salgan en la tele no quiere decir que no existan...). Una buena formación puede resultar fundamental. Y recuerda que nunca es tarde para formarse (¡aunque ya lleveis muchos años casados y seais superfelices!).

3. Compromiso, ‘para siempre’

La sola idea de adquirir un compromiso ‘de por vida’ es algo que asusta a los jóvenes cuando piensan en las relaciones de pareja. Sin embargo, aunque hoy se está perdiendo el sentido del compromiso y crece el “fenómeno del pasotismo”, cada vez se hace más evidente que la libertad sin compromiso es una libertad inmadura; y que por lo tanto, el amor sin compromiso es un amor inmaduro.

Lo fundamental es el compromiso, es decir, el pacto conyugal entre él y ella, el libre consentimiento, es decir, ‘te querré siempre’.

4. Inconformismo en el amor

El pasota no es un rebelde, como a veces se ha dicho; es un conformista. Actualmente hay mucho conformismo en el amor. Hay que alentar a los jóvenes a que sean inconformistas en el amor. Que no se conformen con el amor que se reduce a sexo, que se reduce a pasión, sino que aspiren a que esa pasión y ese amor estén integrados en un encuentro interpersonal dentro de un amor de entrega total.

5. Elegir lo que te influye

No es ninguna novedad que las relaciones e influencias externas hacen tambalear las relaciones de pareja con bastante asiduidad. Las situaciones externas pueden ser ciertos programas de televisión, como los programas ‘basura’; ciertos libros -también libros ‘basura’- sobre el tema, que presentan el amor y el matrimonio de forma degradada; ciertos malos ambientes, quizá de costumbres que no son presentables.

Contra esas influencias,  hay que elegir bien las amistades, los libros, los programas de televisión, los ambientes, porque todo eso nos influye, querámoslo o no. En el matrimonio hay que procurar no distraerse con cosas ajenas al matrimonio: si decides que el matrimonio es lo mas importante para ti, luego has de ser consecuente. Un vegetariano no busca trabajo en una carniceria....

6. Realidad sobrenatural

Cabe destacar que la realidad natural del matrimonio, esto es el contrato natural de uno con una para siempre, abiertos a los hijos, una realidad indisoluble, se ve sobrepasado, para los creyentes, por el matrimonio como realidad sobrenatural. Se trata del Sacramento del matrimonio, instituido por Jesucristo, quien lo eleva de realidad natural a realidad sobrenatural; ya no son dos (él y ella), sino tres: ahí está Dios. Y cuando Dios está presente en ese matrimonio, se juega con mucha ventaja, y ayuda a vencer las dificultades diarias.

7. Crisis de crecimiento

¿Qué relaciones de pareja no atraviesan con el paso de los años alguna situación de crisis? Ante esta pregunta. Muchas veces las crisis son sólo crisis de crecimiento, crisis de edad. Con los años, hay replanteamientos, hay dudas, y es una ocasión de volver a empezar. Esa crisis da una pausa para retomar lo que se ha hecho, para intercambiar experiencias y para empezar una nueva etapa en la vida conyugal.

Las crisis pueden tener y deben tener una lectura positiva, por ejemplo: ‘¿Qué hemos aprendido del pasado para no incurrir en los mismos errores? ¿Qué nuevas oportunidades nos dan las nuevas etapas de la vida conyugal?’. Siempre existe una lectura positiva.

8. Pensando en el otro

Aceptar al otro como es, sin pretender cambiarle; encontrar tiempo diario para estar juntos y conversar de cosas personales; vivir la mutua comprensión hasta el grado de la complicidad; descubrir y admirar de modo permanente nuevas facetas y cualidades en el otro cónyuge; conquistar al otro cada día, sin tomarse descansos en el amor; cuidar los pequeños detalles en la convivencia; mantener el mutuo respeto de palabra y de obra.

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