¡ SOMOS PERSONAS!

Normalmente sucede que las cosas importantes sólo las valoramos plenamente cuando las perdemos. El perder algo importante tiene sus consecuencias....precisamente por eso lo echamos en falta. Actualmente estamos perdiendo “conceptos”. Quizás alguien piense que esto no es importante, o que solo lo es para una minoría de personajes ( filósofos, eruditos y otros seres raros). Es un error: perder un concepto es una catástrofe para toda la humanidad. Y más cuando son conceptos sobre los que se cimienta toda la civilización.

Uno de los conceptos en declive es el de “persona”. La sociedad cada vez mas materialista e individualista concibe a las personas no como tales sino como objetos de consumo. Una persona ha pasado a ser “un voto”, “un comprador”, “lo que me da placer”, “lo que me da seguridad”, “un elemento productivo”, etc..

Manifestaciones. En la empresa; poca consideración por las necesidades de los trabajadores, ausencia de políticas de conciliación familiar. En la política; el “todo vale” por conseguir un voto, el no resolver las autenticas necesidades de la sociedad y buscar el conflicto por el conflicto para salir en los medios de comunicación, el hacer políticas deshumanizadoras siguiendo modas pasajeras e intereses particulares. En las relaciones sociales; la instrumentalización del otro (amigo, pareja,...) para conseguir un beneficio (placer, dinero, seguridad, entretenimiento,...). En lo personal; perdida de la propia dignidad personal menospreciando el propio cuerpo sometiéndolo a modas ridículas (tatuajes, piercings, cirugía estética en casos no necesarios) y a tratos vejatorios (prostitución, pornografía, abortos....). Por citar tan sólo unos ejemplos.

Olvidar el concepto de “persona” nos hace menos humanos, porque si no recordamos que somos personas humanas ¿qué otra cosa podemos ser, en que nos convertimos?. Sólo cabe una respuesta: en monstruos.