octubre 07, 2007

La necesidad de la Formación en la Familia

Creo que la “vida moderna” se ha construido sobre una filosofía de mercado. Los dos grandes sistemas ideológicos del siglo XX se edificaron sobre sobre dos ejes contrapuestos: sistema capitalista y sistema comunista. En ambos casos la persona humana esta al servicio de un ideal y pasa a ser un mero instrumento para conseguir un modelo de sociedad. En la actualidad en muchos países occidentales (y cada vez más en los Orientales) estas dos filosofías se están fundiendo y empezamos a ver una economía capitalista con una visión comunista de la persona.

En cualquier caso en la nueva era de la globalización del siglo XXI el ser humano esta doblemente esclavizado por la unión de estos dos sistemas...Necesitamos una nueva forma de ver el mundo en la que los sistemas económicos y las políticas estén al servicio de la persona y no a la inversa. Es necesario humanizar al hombre, ir a las raíces del ser sin ninguna contaminación ideología que pretenda instrumentalizar a la humanidad para sacar un beneficio económico y alcanzar un equilibrio de poderes.

No es que tengamos que estar "formados" (acumulación de titulos academicos), es que tenemos que estar informados para no ser manipulados. O mejor aún; quizás lo que sobra es información sobre asuntos banales, quizás falta tiempo para estar en compañía de los tuyos, para olvidarte de tus cosas, para ser persona... La formación solamente será eficaz si se encuadra en este marco: aprender a ser persona, aprender a vivir, ensanchar el alma. Lo complicado de ser sencillo es que tienes que prescindir de lo innecesario. Aprender a crecer en familia es aprender a deshacerse del yo y aprender a prescindir de todas las ideologías manipuladoras y esclavizantes que acechan al hombre moderno. ¿Lo intentamos?

5 comentarios:

muebleydecoracion.blogspot.cl dijo...

Nos hace falta, poner a Dios como centro del mundo, nos hace falta enseñar más a Dios, bendiciones.

AleMamá dijo...

Realmente lo económico y las filosofías están por sobre el hombre hoy día, pero de todos modos hay mejores y peores. Ya pasará, espero que pronto.
Un abrazo

Ludmila Hribar dijo...

"ensanchar el alma" me gusta...

Jose Menchon dijo...

Gracias por vuestros comentarios....como siempre son lo mejor del blog. Saludos!!!

Anónimo dijo...

Hoy por la tarde, venía en el metro de ver una película protagonizada por Nicolás Cage, que se titula La búsqueda, es un actor bastante feo para todo lo que gana jajaja, pero muy buen actor, es broma. A veces creo que a los actores les pagan por lo bellos que son más que por su trabajo interpretativo que realizan. Si no hay belleza no puede haber artista, la fealdad no vende. Es increíble la imaginación que tienen los escritores y guionistas para escribir esas tramas tan alucinantes, yo cada vez me sorprendo más de las cosas que se inventan, no se les valora adecuadamente con unos ingresos a la altura de los actores. Cuanto más se acerca el cine a simular la realidad en toda su perfección, menos logra el objetivo de representar el mundo, tanto de todo lo que nos rodea, como de nosotros mismos, por eso preciso dejar algo de la interpretación para la imaginación. Y de vuelta a casa, en los pasillos del metropolitano, vi un cártel publicitario, que decía textualmente... "Los cristianos no utilizamos preservativo". La verdad es que no me sorprendió mucho, es el discurso fundamental de la Iglesia junto con su negativa al aborto.

Pero, ¿quieres saber por qué la Iglesia no quiere que la gente utilice el condón en sus relaciones sexuales? Pues muy sencillo, para proteger a la familia y a la institución matrimonial, que está casi completamente aniquilada por la liberación sexual absoluta existente, con casi cuatrocientas mil personas al año que se divorcian y se separan judicialmente. Al utilizar la gente el preservativo, se fomenta la promiscuidad y el vicio, el cambio de pareja, y que la gente pueda satisfacer sus necesidades sexuales con gente extraña que no conoce de nada fuera de la institución matrimonial, con gente que no tienen ningún tipo de escrúpulo de aquí te pillo y aquí te mado. Y además se provoca las rupturas matrimoniales, porque los esposos no se adaptan exclusivamente a lo que tienen en casa, sino que pueden ir por la vida abiertos a nuevas expectativas, aunque estén casados con la disposición de ver que encuentran por ahí, y buscando cualquier tipo de aventura sentimental, para intentar mejorar, sin ningún tipo de perjuicio con ello.

Es algo parecido al anuncio que emitieron hace quince años en televisión machaconamente sobre un detergente de lavadoras muy conocido, durante muchos tiempo que decía aproximadamente, "Busque, compare, y si encuentra algo mejor cómprelo o cámbiese a ello". ¿Por qué se exigen tanto los compromisos? Porque de alguna forma, son una expresión de inseguridad y represión mutua. No se fían y necesitan atar las cosas para luego poder tener algún derecho si son burlados. ¿Por qué el amor tiene que condicionarse a una cadena o a una ceremonia matrimonial? Es porque eso da garantías, y porque todos tienen miedo a perder el tiempo con quien no lo merece habiendo sidos engañados durante años. Entonces, apenas se presenta la oportunidad, quieren firmar papeles para no perder el tiempo.

El matrimonio es el pitorreo padre, el cachondeo nacional, se sale y se entra con suma facilidad, no se toma en serio por nadie. Pero también es un lujo para el que se lo puede permitir, y una trampa onerosa para que el que se mete sin medios suficientes con un exiguo salario, porque el divorcio es una ruina para el que no tiene ni capitales ni herencias. El Estado debería estar obligado a contratar aquellas familias en trabajos estables y bien pagados con sueldos suficientemente altos para todas aquellas parejas que se decidieran tener uno o varios hijos, algo completamente imposible en la sociedad actual.

El mensaje de la Iglesia católica es muy correcto en principio, yo estoy de acuerdo en muchos puntos, en parte tienen razón, porque velan por la salud de las personas y por la vida, pero sería totalmente cierto, si todo el mundo tuviera las misma condiciones de partida, las mismas oportunidades, el mismo dinero todos los meses, las mismas herencias, el mismo trabajo, y la misma calidad de vida. Porque al no poder utilizar el preservativo, la única forma razonable de tener relaciones sexuales sin contagiarse y para evitar embarazos no deseados, sería dentro del matrimonio y exclusivamente con la pareja propia, para eludir enfermedades incapacitantes crónicas y hasta mortales.

Es un discurso que choca de frente con la desigualdad social existente, que hace que nada más pudieran tener relaciones sexuales aquellas personas que fueran ricas, y tuvieran los suficientes recursos, ingresos mensuales altos y calidad de trabajo estable para poder formar una familia. Impedir el aborto, diciendo que la solución sería la adopción como medio para que no fuesen asesinados tantos no natos, obligaría a crear miles de orfanatos donde meter, alimentar, cuidar y educar a millones de bebés a cargo de las arcas públicas del Estado. Guarderias y orfelinatos regentados por instituciones dependientes o ligadas muchas de ellas a la Iglesia, ya que no habría suficientes padres adoptivos, para que esas familias los pudieran acoger. Y el hecho de crecer como niño en un ambiente sin amor, de desprecios continuos por ser una carga o simplemente un número más, en instituciones donde los pequeños durmieran en grandes espacios con decenas de camas sin una habitación propia, sin calor de hogar, sin contacto directo con unos padres que se preocuparan y velaran por ellos día y noche, generaría individuos adúltos resentidos y llenos de odio, ya que no se puede dar amor cuando no lo has recibido en la infancia.

Los recursos necesarios actualmente para formar una familia y tener hijos, no se pueden hacer hoy día con sueldos mileuristas, ni aunque estén ambos conyuges padre y madre trabajando, por los elevados gastos que tiene educar un hijo, por la gran competencia y las elevadas exigencias laborales y sociales

No todo el mundo puede plantearse ir a la vicaría para tener relaciones sexuales, ese es el gran error del discurso intelectualmente perfecto de la iglesia para apoyar y defender la vida del no nacido, y eliminar el aborto. Existe una inestabilidad afectiva y una inseguridad personal de que no le echen al hombre a la calle, después de muchos años de sacrificio matrimonial, absoluta. Habiendo una puerta hacia la nulidad eclesiástica para todos aquellos que poseen medios suficientes para empezar de nuevo y tener una segunda oportunidad para el amor religioso y espiritual. Es como si dijera la iglesia, si no te lo puedes permitir, no folles, la práctica sexual es para los pudientes, o de lo contrario atente a las consecuencias. Es una forma de decir a la gente, hasta que no tengas los medios suficientes, abstente de mantener relaciones sexuales con nadie, sé casto y célibe, como lo somos nosotros, a no ser que tengas la capacidad financiera de montar un hogar y hacer frente a las hipotecas, pagar todos los gastos mensuales que tienen los recibos de los suministros, los alimentos, los colegios de los hijos, los cursos de inglés en el extranjero y actividades varias, que suponen más 4.000 euros al mes como poco, y exponerte a un divorcio pagando elevadas cantidades en pensiones compensatorias... ¿Cómo te vas a plantear hoy día crear una familia con menos ingresos? Es de locos meterse en un tinglado así, para pasar calamidades y sufrir innecesariamente, para que te pongan los cuernos, se rían de ti y te dejen tirado al final como un mendigo.

Existen millones de personas en este país y sobre todo en los países más pobres del mundo que no tienen derecho a nada, y menos al amor conyugal, ni a tener un hogar y una familia, y viven de la caridad y de la lástima ajena. Por ejemplo, los que vienen en las pateras y se mueren ahogados la mayoría, en medio del océano y se les come los tiburones, buscando una vida mejor y huyendo de la miseria. Son hijos de padres indigentes, porque son pobres y no se pueden permitir tener relaciones sexuales y aún así las tienen, ese es el impedimento, se reproducen como conejos, y nacen seres humanos que no deberían haber nacido nunca. La pobreza tiene que ser sinónimo de abstinencia sexual, para las personas desamparadas y sin nada, que no se pueden permitir tener una familia. Porque es la mujer en el mundo occidental rico actual para algunos, el mayor y más caro producto de consumo existente, más que un coche de súper lujo, y que sólo unos pocos pueden acceder a ello.

Ese es el discurso de la iglesia, cuando exige que el preservativo no se debería utilizar nunca para tener relaciones íntimas, circunscribirlo exclusivamente dentro del matrimonio...
La misma frase que decía Steve Wonder el gran cantante ciego norteamericano, "si bebes no conduzcas", se pude aplicar perfectamente a este asunto, ahora habría que decir, "Si eres pobre no folles". Para ello habría que hacer un reparto equitativo de la riqueza, pero claro, en este sistema para que uno viva muy bien, otros muchos tienen que vivir regular. Miseria tolerable para todos, o riqueza para unos cuantos, ese es el dilema.

El gran inconveniente que hay en la sociedad actualmente, por lo elevado del coste de la vivienda y de los bienes básicos de consumo de las familias, son los altos precios, que dejan fuera del mercado del sentimiento a millones de personas, que son incapaces de montar una familia por lo exiguo de sus ingresos. Dos terceras partes de los trabajadores de este país ganan entorno a mil euros al mes y eso que tenemos ya un PIB de entorno a 23.000 euros anuales en 2007, la octava potencia mundial en riqueza del mundo, superando a Italia. Pero para que las cuentas salgan bien, el tercio restante tienen que ingresar más de 40.000 euros al año como poco, sino no puede ser, la media no sale de ninguna forma.

El problema estriba también, en que está todo muy mal repartido, millones de personas no pueden adquirir una vivienda y hay cientos de miles de propietarios, que tienen en propiedad cinco o más pisos y apartamentos como inversión. Hay más de 3 millones de pisos vacíos en el Estado, y cada vez habrá más porque la distancia entre personas que viven de un sueldo y los ricos con patrimonios es más alta, casas cerradas por sus dueños y sin alquilar, porque no hay una seguridad jurídica para cobrar los alquileres si los inquilinos dejan de pagar la cuota mensual, y por lo que tardan los procedimientos en solucionarse. Y también por lo elevado de los precios de arrendamiento, ya que por menos de 900 euros al mes, no te alquilan ni una chabola decente en una gran ciudad con todos los equipamientos imprescindibles, y con un salario de mil euros al mensuales, el que tenga la suerte de tenerlo, no pude pagarlo nunca, a no ser que pase hambre o coma en un comedor de caridad.

Unos vecinos Búlgaros que se han metido dos o tres familias en el mismo piso, para poder pagar el alquiler, llevan 6 meses sin pagar el arrendamiento al propietario, tienen bebés y alguna mujer está embarazada a punto de dar a luz, puede que el propietario tarde años en echarlos a la calle y un juzgado decrete una orden de desahucio. Así están las cosas por aquí, a los que tienen mucho dinero, siempre les va bien, aunque aparentemente les vaya mal. Cada vez hay mayores fortunas, y las distancias entre clases altas y bajas, se van acrecentando con el paso del tiempo, sobre todo en las épocas de crísis, y al resto con salarios bajos o medios, les toca sufrir y sobrevivir como pueden. Es propio del sistema liberal capitalista, y la frase que le va al dedillo es "sálvese quien pueda y el que no pueda que se fastidie, estés solo, sin hogar, sin hijos, sin familia, sin amor, sin sexo y sin nada"...


ARTURO KORTÁZAR AZPILIKUETA MARTIKORENA

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