1. Elige tu película a través de una orientación previa, ajena, por supuesto, a los reclamos publicitarios.
2. Procura verla el día, a la hora y con el estado de ánimo más propicio para su degustación.
3. Trata de ampliar cada vez más tus gustos por los diversos géneros, estilos y nacionalidades contra la inercia de lo ya conocido.
4. No digas nunca esa tontería de que "Yo voy al Cine a pasarlo bien y distraerme porque bastantes problemas tiene ya la vida".
5. Mientras contemplas la película, trata de descubrir sus valores argumentales, estéticos, interpretativos y humanos.
6. Si puedes, cuando estés realizando tu propia rumia de la película -no antes-, trata de leer una crítica solvente que te ayude, en diálogo silencioso, a descubrir sus valores.
7. Mejor aún, comenta, si puedes, la película con los amigos, con la esposa, con los hijos, enriqueciendo y contrastando tu opinión con la de los otros.
8. Recomienda la película que a ti te ha gustado. No hay publicidad más eficaz que la de "boca a oído".
9. Tampoco te importe volver a ver una película, cuando te haya gustado mucho y veas que no la has abarcado.
10. Y, por fin, valora y agradece la capacidad creativa de los buenos directores, guionistas e intérpretes, que te han hecho disfrutar y te han enriquecido y hecho crecer como persona.
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Secretariado de la Comisión de Medios de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Española (CEMCS).
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