Mi mujer ya está de seis meses y medio de embarazo y cuando me preguntan que “qué tal es eso de ser padre” respondo que aún no me hago a la idea.
El otro día una señora me dijo que eso era normal, ya que aún no habían pasado los nueve meses. Según ella “la naturaleza es sabia, porque te da nueve meses para aceptar el hecho de la paternidad/maternidad”.
Es cierto, los grandes cambios necesitan un periodo para ser asimilados. Los nueve meses de gestación son “un tiempo de adviento” en que con mucha alegría uno se va haciendo a la idea de la venida de un nuevo ser a la familia.
Pero no todo transcurre en el campo de las ideas, sino más bien en el de los hechos; te haces a la idea cuando ya tienes la cuna, la ropita, el cochecito preparados y cuando vas respondiendo que solo quedan 4, 3, 2, 1… meses para el gran evento.
Supongo que un hecho así no se acaba de asimilar nunca del todo, porque el infante va creciendo y también tienes que ir asimilando (con ideas y hechos otra vez), que ya no es un bebé, que ya no es un niño, que ya no es un adolescente, que ya no es un joven…y tu aún menos.
Creo que los temores que muchas parejas jóvenes tienen con esto de tener críos se les pasarían si se decidiesen a dar el gran salto: para estar preparado, primero hay que “estar”.
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