Otra enfermedad que produce infelicidad es la miopía; nuestra capacidad para ver lo bueno de la vida es muy limitada, mientras que no nos cuesta tanto fijarnos en los defectos ajenos y en las cosas negativas...
Hay quienes van por la vida con unas gafas de sol tan oscuras que lo ven todo negro y no pueden ver la luz de las cosas buenas. Pero otros van con unas gafas muy de moda últimamente, de color rosa, con las que sólo ven lo que les conviene y lo que encuentran placentero, viviendo a sí de una forma muy relajada.
Creo, que tanto unos como otros sólo ven parcialmente la realidad porque no la ven con los ojos enamorados. Sólo el que mira con amor puede captar todos los detalles, saborear todos los colores y andar con paso firme por el camino de la vida
Sí, somos miopes -forma parte de nuestra condición humana- pero si acudimos al “Oculista del Alma”, seguro que nos receta una gafas especiales que nos permitan ver la vida con los ojos de Dios; con perspectiva sobrenatural, Esperanza, Fe y Caridad.
Cambiando el sentido del refrán podríamos decir “ojos que no ven (con amor), corazón que no siente (amor)”..... ¡Señor, que vea! (Mc 10,51).
4 comentarios:
La historieta de Bartimeo, el ciego de Jericó, es una de las más graciosas del Evangelio. Porque, claro, ¡él quería ver!, y se puso a chillar para que lo oyese aquél profeta...
Me encanta este tema que propusiste, tanto que me animé a hacer un post en mi blog, con unas palabras, que creo, le vienen como anillo al dedo, a lo que estas diciendo sin duda iluminado por el Espíritu Santo. Cada día me gusta más venir aquí Gracias ;D
Hola José, muy sabios y ciertos estos conceptos de la vista espiritual, y por eso tambien en esto es cierto ese dicho que "no hay peor ciego, que el que no quiere ver", como quien no quiere ver la verdad de Dios.
Muchos saludos José!
ut videam pues
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