OIDOS SORDOS (I)

SERIE "LOS CINCO SENTIDOS"
Durante los siguientes días me he propuesto hacer una serie de Posts sobre los cinco sentidos: oído, tacto, olfato, gusto y vista. El motivo es que considero que para dar sentido a la vida, basta con utilizar bien los sentidos. ¡Espero que sean de vuestro agrado!.
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Por todos es sabido que el pintor Vincent Van Gogh se cortó la oreja en un ataque de furia. Ignoro por completo que causas motivaron su acción pero creo que en cierta manera son muchas las personas las que “se han cortado la oreja”, en un sentido figurado, ¡claro está!.

Cada vez estoy más convencido que el peor de los defectos del ser humano es su capacidad para no oír. Parece que hemos perdido las orejas por el camino del desarrollo y nos hemos quedado sordos de tanto ruido de prisas, trabajos, máquinas y rebajas.

En primer lugar no oímos los alaridos lejanos del pobre y necesitado, pero tampoco oímos los llantos silenciosos del hermano que convive a nuestro lado, ni percatamos los gemidos de dolor de nuestra sociedad sufriente. Pero por no oír no nos oímos a nosotros mismos ni a la voz de nuestras conciencias.

Y mientras tanto nos quejamos de lo mal que va el mundo, y nos preguntamos ¿cuándo hablará Dios al mundo?. Quizás sea que Dios no para de hablar al mundo y que lo haga a través de los alaridos lejanos del pobre y necesitado, de los llantos silenciosos del hermano que convive a nuestro lado, de los gemidos de dolor de nuestra sociedad sufriente o a través de la voz de nuestras conciencias. Quizás Dios sea más "parlanchín" de lo que creemos y el problema seamos nosotros que “nos hacemos el sordo”....

El problema no es tan grave como parece ya que no se trata de de una sordera total, porque oír, oímos, lo único que ocurre es que no escuchamos...y escuchar siempre es posible ¡porque depende tan sólo de nosotros mismos!

“¡Habla Señor, que tu siervo escucha!” (1Samuel 3, 3b-10. 19)