Hace ya varias semanas que montamos el pesebre. Es el primer pesebre que montamos, ya que en los años anteriores los niños eran demasiado pequeños y aún no teníamos figuras, y sólo montábamos el nacimiento. Este año ya nos hemos animado y hemos comprado unas figuras bastante dignas de plástico. Evidentemente también hemos puesto el árbol de navidad, la corona de adviento y "el tió".
Creo que es importante conservar las costumbres y seguir la tradición. Pero no por inercia sino por convicción. Las tradiciones son, además de un elemento de cohesión social, un vehículo de transmisión de valores y creencias. Por eso es tan importante, además de seguir las tradiciones, explicar su significado y vivir en coherencia con ello. Y todo esto sin hacer cosas raras, con total naturalidad, porque no hay nada más natural que los padres expliquen a sus hijos aquello que consideran que es importante.
Por eso mismo, en estos días explicamos a los niños la historia del niño Jesús y los reyes magos, y los adultos nos quedamos maravillados una vez más de "el gran misterio de la navidad", de como el Creador de todo lo que existe, se hizo niño en un establo para demostrarnos que nos Ama.
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