La Iglesia no puede ser reducida a una simple organización no gubernamental (ONG), aclara el teólogo monseñor Bruno Forte, arzobispo italiano de Chieti-Vasto.
El miembro de la Comisión Teológica Internacional ha hecho esta aclaración después de que órganos de prensa hayan revelado que el gobierno de Uganda pretende reducir el estatuto de la Iglesia católica a mera ONG.
Por otra parte, a mediados de julio, el semanario británico «The Economist» había pedido a la Santa Sede que renuncie su estatuto diplomático para definirse «la más grande ONG del mundo».
En declaraciones a «Radio Vaticano», monseñor Forte explicó que estas propuestas «nacen de una clarísima interpretación ideológica del papel de la Iglesia, que es totalmente incapaz de comprender su misterio profundo, ese sentido último que todo creyente que viva la experiencia de la gracia logra percibir».
«Para las potencias en juego en este mundo, del carácter que sean y especialmente económico, la Iglesia sólo puede presentarse como un agencia entre las otras muchas fuerzas de la historia», aclara el teólogo.
«Querer reducir a esto a la Iglesia significa traicionar su alma más profunda», reconoce. La Iglesia, «no es sólo una agencia social --también lo es, pues es incontable la cantidad de bien que hace en el mundo--, sino que lo hace todo por una razón profunda, una fuerza, una esperanza, un amor que no pueden ser reducidos a categorías económicas o del poder político».
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