1- «Si seguís en mi doctrina, conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres». Esa Verdad no es la mera sinceridad subjetiva, ni la simple verdad objetiva, sino Cristo. La libertad, al margen de la verdad objetiva y del amor verdadero, es fuente enfangada de libertinaje y de opresión.
2-Muchas veces, se da en los padres una responsabilidad primera: la mediocridad de su fe, insuficientemente cultivada. La fe cristiana hay que estudiarla, rezarla, vivirla, irradiarla.
3- La fe se transmite por contagio. Todo el tejido familiar debe estar impregnado por la presencia de Dios. Si no, la ruina espiritual se cierne sobre esa familia. Muchos padres se alarman ante una pequeña enfermedad de sus hijos, mientras se despreocupan de su salud espiritual.
4- Muchos padres se desentienden de sus deberes fundamentales para con sus hijos, en las diversas etapas de su vida: explicarles el Catecismo, introducirlos en una oración frecuente y sentida, preparar la Liturgia, invitarlos con el ejemplo y la palabra, a recibir los Sacramentos, visitar a Jesús y a María, elegir unas imágenes religiosas que presidan la vida de la familia, leer y comentar con ellos la Palabra de Dios, aficionarlos a los libros buenos y variados.
5- Los padres han de conquistar el amor de sus hijos no con permisiones, sino con una entrega sincera, que busca no tanto agradar como hacer el bien; respetándolos, compartiendo sus intereses y preocupaciones, haciéndoles atractiva la vida familiar… Sin aislarlos; pero cuidando sus amistades y diversiones…
6- Deben facilitarles su incorporación progresiva a grupos cristianos de plena garantía –selectos y abiertos, aunque no exclusivistas–, donde juntos cultiven su fe, se diviertan, hagan apostolado, ejerciten la caridad, experimenten la llamada a la santidad y disciernan su vocación personal.
2-Muchas veces, se da en los padres una responsabilidad primera: la mediocridad de su fe, insuficientemente cultivada. La fe cristiana hay que estudiarla, rezarla, vivirla, irradiarla.
3- La fe se transmite por contagio. Todo el tejido familiar debe estar impregnado por la presencia de Dios. Si no, la ruina espiritual se cierne sobre esa familia. Muchos padres se alarman ante una pequeña enfermedad de sus hijos, mientras se despreocupan de su salud espiritual.
4- Muchos padres se desentienden de sus deberes fundamentales para con sus hijos, en las diversas etapas de su vida: explicarles el Catecismo, introducirlos en una oración frecuente y sentida, preparar la Liturgia, invitarlos con el ejemplo y la palabra, a recibir los Sacramentos, visitar a Jesús y a María, elegir unas imágenes religiosas que presidan la vida de la familia, leer y comentar con ellos la Palabra de Dios, aficionarlos a los libros buenos y variados.
5- Los padres han de conquistar el amor de sus hijos no con permisiones, sino con una entrega sincera, que busca no tanto agradar como hacer el bien; respetándolos, compartiendo sus intereses y preocupaciones, haciéndoles atractiva la vida familiar… Sin aislarlos; pero cuidando sus amistades y diversiones…
6- Deben facilitarles su incorporación progresiva a grupos cristianos de plena garantía –selectos y abiertos, aunque no exclusivistas–, donde juntos cultiven su fe, se diviertan, hagan apostolado, ejerciten la caridad, experimenten la llamada a la santidad y disciernan su vocación personal.
7- Los padres deben educar en y para el diálogo. Han de dedicar tiempo a sus hijos, darles pruebas de su amor, escucharlos con atención, respetarlos, comprenderlos… Pero sin hacer dejación de su legítima autoridad. Con palabras de verdad, aliento y alabanza sincera, pero también de advertencia clara y de reproche justo y cariñoso.
8- A los hijos hay que prepararlos para que vayan formando criterios verdaderos y firmes, y puedan librarse de los engaños y seducciones del mundo y rechazar el consumismo, libertinaje, desapego de la familia, vida nocturna, diversiones incontroladas, abuso de la televisión…
9- Hay que educar a los hijos desde muy pequeños, para que adquieran hábitos sanos en todos los aspectos de la vida. Educar no es domesticar, sino ayudar a buscar y vivir la verdad y el bien, el amor y la belleza integral, la excelencia.
10- Y cuando los hijos van creciendo, hay que proporcionarles criterios para que sepan estar y actuar cristianamente ante la vida eclesial, política y social.
(Darío López Tejada, S.I., A&O 498)
Texto Extraido de:
9 comentarios:
Saludos, José; está muy bueno esto, oportuno, de sentido común, pero tan poco ejercido.
Eso depende un poco de todos...en cierta medida creo que más o menos todas las familias cristianas cumplen alguno de los consejos y quizas hagan muchas otras cosas que el articulo no recoje...La intención es hacer pensar, nada mas.
SALUDOS !!!
Las cosas no por sabidas hay pensar que se hacen. Cosntantemente hay que formarse y luego, lo que más cuesta, hay que aplicarlo y aplicárselo a uno mismo primero. ¿Cómo lleváis el embarazo?
Angel,
Gracias por el comentario. El embarazo va bien, el chaval sigue creciendo y ya da patadas...¿saldrá peleón?
Saludos
Hola, pase a ver tu blog y me agardo mucho, que bueno que sigues con esta obra de evangelizacion.
Te invito a que visites mis blogs y des algunas sugerencias, apenas empiezo en esto y quisiera saber que mas puedo agregar.
Gracias por tu tiempo!Que Dios te Bendiga y Maria te cubra con su manto!
www.imagencristiana.blogspot.com
www.edificare.blogspot.com
Bueno unos vais para padres y otros para abuelos. Nuevas etapas apasionantes!!.
Se podrá educar a los hijos en estos tiempos? yo creo que salen tan distinto a los padres, y bueno está aquello que es tan importante de la LIBERTAD! ¿CÓMO EDUCAR LA LIBERTAD? esto es vital; y lo otro es que si al final al niño o joven y ya adulto le da la gana de no escucharte no te escucha, conozco más de uno que hace un esfuerzo enorme y al final el chamo le sale diferente. Es tan extraño este mundo de los hijos, que al final creo que lo más importante es QUERERLOS y en eso Menchón seguro es muy padre (en el sentido mexicano y español). cómo va todo?
un abrazo
Felicidades Rodriguez por tu nieto !
Mendigo, tienes razón con lo de educar para la libertad, a mi me gusta mas decir "educar para la responsabilidad". Una buena educación no es garantia absoluta de nada, excepto del amor de los padres por sus hijos.
De momento el embarazo va bien. Muchas gracias.
SALudos !!!
La fe no se contagia, es un don de Dios (así dice la Biblia), los padres no podemos imponerla en el corazon de los hijos. A los hijos no los educamos en y para el dialogo, sino en y para Cristo. Estas cayendo en un humanismo cristianizado que desplaza verdades fundamentales de la Palabra de Dios.
Publicar un comentario